Ir al contenido

Carro de combate

Artículo destacado
De Wikipedia, la enciclopedia libre
Esta es una versión antigua de esta página, editada a las 08:46 22 jun 2006 por Sasquatch21 (discusión · contribs.). La dirección URL es un enlace permanente a esta versión, que puede ser diferente de la versión actual.


Carro de combate M1 Abrams en Alemania.

Un carro de combate (o tanque) es un vehículo blindado de ataque con tracción de orugas, diseñado principalmente para enfrentarse a fuerzas enemigas utilizando fuego directo. Un carro de combate se caracteriza por tener armas y blindaje pesado, así como de un alto grado de movilidad que le permite cruzar terrenos difíciles a velocidades relativamente altas.

Aunque los carros de combate son caros y requieren de logística, son una de las armas más temibles y versátiles del campo de batalla moderno, tanto por su capacidad de atacar a objetivos terrestres como por su valor al causar pánico en la infantería enemiga.

Mientras que los carros de combate son máquinas de ataque con gran potencia, raramente operan solitariamente, sino que son organizados en unidades blindadas en fuerzas combinadas. Sin tal apoyo, los carros de combate, a pesar de su blindaje y movilidad, serían vulnerables a la infantería, las minas, artillería y la aviación militar.

Los carros de combate tienen desventajas en terrenos de bosques y zonas urbanas, que cancela las ventajas de la capacidad de fuego a larga distancia del vehículo y limita la habilidad de la tripulación de detectar potenciales amenazas.

Los tanques fueron utilizados por primera vez durante la Primera Guerra Mundial para romper la guerra de trincheras, y su papel evolucionó hasta asumir el puesto de la caballería en el campo de batalla. El nombre de tanque, tank en inglés, apareció en las fábricas británicas: los trabajadores tenían la impresión que estaban construyendo depósitos de agua móviles para el Ejército Británico, pero estaban produciendo un vehículo de combate secreto.

El carro de combate y las tácticas de blindados han sufrido muchas evoluciones durante casi un siglo. Aunque se siguen desarrollando sistemas de armamento y blindajes, muchas naciones han estado reconsiderando la necesidad de tales armas pesadas en un periodo caracterizado por la guerra no convencional.

Historia

Primera Guerra Mundial

Fotografía de un tanque británico Mark V.

Las condiciones de lucha en el frente occidental incitaron al Ejército Británico a comenzar la investigación de un vehículo autopropulsado que pudiera cruzar trincheras, derribar alambradas, y que fuera impenetrable al fuego de las ametralladoras. Tras haber visto el Rolls Royce blindado utilizado por la Royal Naval Air Service en 1914, y conocedor de los esquemas para crear un vehículo de combate con tracción de orugas, el Primer Lord del Almirantazgo Winston Churchill patrocinó un comité, el Landships Committee, para supervisar el desarrollo de esta nueva arma.

Bajo la dirección del Coronel Ernst Swinton, el Landships Committee creó el primer prototipo con éxito, apodado Little Willie, que fue probado por el Ejército Británico el 6 de septiembre de 1915. Aunque inicialmente se les denominaba buques de tierra (landship), los primeros vehículos fueron llamados coloquialmente transportes de agua, y más tarde como tanques, para mantenerlos en secreto. La palabra tanque fue utilizada para dar la impresión a los trabajadores que estaban construyendo contenedores de agua móviles para el Ejército Británico en Mesopotamia, y tomó carácter oficial el 24 de diciembre de 1915.

El primer caso de tanque operativo aconteció cuando el Capitán H. W. Mortimore de la Royal Navy llevó un Mark I al combate durante la Batalla del Somme el 15 de septiembre de 1916. Los franceses desarrollaron el Schneider CA1 y se utilizó por primera vez el 16 de abril de 1917. La primera vez que se utilizaron tanques masivamente durante un combate fue en la Batalla de Cambrai el 20 de noviembre de 1917.

El carro de combate dejaría finalmente la guerra de trincheras obsoleta, y los miles de tanques que se utilizaron en la guerra por las fuerzas británicas y francesas realizaron una contribución significativa.

Fotografía del carro de combate Schneider CA1.

Los resultados iniciales con los tanques eran variados, los problemas de fiabilidad (y la impaciencia del alto mando) causaban un desgaste considerable en combate. El despliegue en pequeños grupos también disminuyó su valor e impacto táctico. Las fuerzas alemanas sufrieron el choque y carecían de armas contra los tanques, aunque accidentalmente descubrieron la munición antitanque y el uso de trincheras más anchas para limitar la movilidad de los tanques británicos.

La evolución de las condiciones en el campo de batalla y la falta de fiabilidad continuada forzaron a los tanques aliados a continuar desarrollándose durante el resto de la guerra, produciendo nuevos modelos como el Mark V, que podía abrirse paso ante obstáculos grandes, especialmente trincheras amplias.

Alemania presentó una pequeña cantidad de tanques, principalmente capturados, durante la Primera Guerra Mundial. Sólo llegaron a producir aproximadamente veinte tanques de su propio diseño, el A7V.

Período de entreguerras

Archivo:T26 11.jpg
Fotografía del tanque soviético T-26 de 1931.

Con el concepto del tanque ya establecido, varias naciones diseñaron y construyeron carros de combate entre las dos guerras mundiales. Los diseños británicos eran los más avanzados, debido en gran parte a su interés en una fuerza blindada durante los años 1920. Francia y Alemania no alcanzaron tanto desarrollo durante los primeros años del período de entreguerras debido al estado de su economía, y al Tratado de Versalles respectivamente.

Estados Unidos realizó poco desarrollo durante este período porque la rama de la Caballería era más veterana que la rama de Blindados y logró absorber la mayoría del financiamiento destinado al desarrollo del tanque. Incluso George S. Patton, que tenía experiencia con tanques en la guerra, transfirió de la rama de Blindados a la de Caballería durante este período.

Durante este tiempo, varias clases de tanques fueron comunes, la mayoría desarrolladas en el Reino Unido. Los tanques ligeros, que típicamente pesaban diez toneladas o menos, que eran utilizados principalmente para exploración y llevaban un cañón ligero que era útil contra otros tanques ligeros. Los tanques medios, o de crucero (como eran conocidos en el Reino Unido), que eran algo más pesados y pensados para recorridos de grandes distancias a altas velocidades. Finalmente, los tanques pesados o de infantería, que estaban muy blindados y eran generalmente muy lentos.

La idea completa era utilizar los tanques de infantería conjuntamente con la infantería cercana para efectuar una ruptura, sobreviviendo al fuego antitanque enemigo gracias a su blindaje pesado. Una vez que esta fuerza combinada destruyera la línea enemiga, se enviarían grupos de tanques de crucero a través del agujero creado, atacando muy por detrás de las líneas los suministros y unidades de mando. Esta táctica de golpe en dos fases fue la filosofía de combate básica de las formaciones de tanques británicos, y fue adoptada por los alemanes como un componente esencial del concepto Blitzkrieg.

La doctrina de J.F.C. Fuller fue la fuente para el trabajo de los principales estrategas: Hobart en el Reino Unido, Guderian en Alemania, Chaffee en Estados Unidos, de Gaulle en Francia y Tukhachevsky en la Unión Soviética. Todos alcanzarían conclusiones similares, la integración de Tukhachevsky de los rastreadores aerotransportados era la más sofisticada y discutible; sólo Alemania realmente pondría en práctica la teoría, y con tácticas superiores, hicieron de la Blitzkrieg una arma efectiva.

Se había pensado en el combate entre tanques, pero se enfocaba más en el uso de artillería antitanque y similares, como los cazacarros. Esto fue más utilizado en los Estados Unidos, donde se esperaba que los tanques evitaran a los blindados enemigos, y que unidades dedicadas de cazacarros se enfrentasen. Gran Bretaña tomó el mismo camino, y ambos produjeron tanques ligeros con la esperanza de que la velocidad evitase su destrucción. Sin embargo, en la práctica, se comprobó que estos conceptos eran peligrosos.

Como el número de tanques en el campo de batalla aumentaba, la posibilidad de encuentros crecía hasta el punto de que los carros de combate tuvieron que ser también vehículos antitanque. Sin embargo, los tanques diseñados para hacer frente sólo a otros blindados eran relativamente vulnerables contra otras amenazas, y no satisfacían el papel de apoyo a la infantería. La vulnerabilidad del fuego de tanques y antitanque llevó a un rápido proceso de aumento de blindaje y de cañón en casi todos los diseños. La forma del tanque, pensada inicialmente para traspasar obstáculos, ahora se convirtió en un beneficio, pues presentaba un perfil bajo para la ocultación y la estabilidad.

Segunda Guerra Mundial

Archivo:Sovietic T34 battle of kursk.jpg
Tanque soviético T-34 en 1943, uno de los tanques medios por excelencia.

Durante la Segunda Guerra Mundial se vio una serie de avances en el diseño de tanques. Los alemanes inicialmente presentaron a combate tanques poco blindados y con armas ligeras, como el Panzer I, que se había creado con la intención de usarse sólo en entrenamientos. Estos tanques ligeros pero rápidos y otros elementos blindados fueron un elemento clave para la Blitzkrieg. Durante la guerra todas las fuerzas incrementaron en gran medida la potencia de fuego y el blindaje de sus tanques: el Panzer I sólo tenía dos ametralladoras, mientras que el Panzer IV llevaba un cañón de 75 mm y pesaba menos de 20 t. Al final de la guerra, el tanque medio alemán, el Panther tenía un cañón rápido de 75 mm y pesaba 45 t.

Otro de los avances durante la guerra fue la mejora de los sistemas de suspensión. La calidad de la suspensión era un determinante principal para el rendimiento del tanque en el campo. Los tanques con suspensión limitada proporcionaban frecuentes sacudidas a la tripulación, limitando la velocidad y haciendo que el disparo en movimiento fuera prácticamente imposible. Los nuevos sistemas, como la barra de torsión y la suspensión Christie mejoraron el funcionamiento, permitiendo al Panther cruzar terrenos a velocidades que habrían sido difíciles para los antiguos diseños en carretera.

Archivo:Tig224-223 01.jpg
Panzer VI Tiger, uno de los tanques pesados de la guerra.

En ese momento, la mayoría de los carros de combate estaban equipados con radios, lo que mejoraba la coordinación de las unidades. El chasis del tanque fue adaptado a un amplio número de necesidades militares, incluyendo la limpieza de minas y tareas de ingenieros. Todas las potencias principales desarrollaron asimismo armas autopropulsadas específicas: artillería, cazacarros y cañones de asalto. Los cañones de asalto rusos y alemanes eran más baratos y sencillos que los tanques, mientras que los cazacarros británicos y estadounidenses apenas se diferenciaban de los carros de combate.

Las torretas, que no eran una característica universal con anterioridad, fueron reconocidas como la manera correcta. Se estimó que si el cañón del tanque debía ser utilizado para enfrentarse a blancos blindados entonces necesitaba ser grande y de tanto alcance como fuese posible, teniendo un cañón que pudiera disparar a cualquier punto. Los diseños de tanques con múltiples torretas, como el soviético T-35, fueron abandonados durante la Segunda Guerra Mundial. La mayoría de los tanques mantuvieron una ametralladora en el casco.

Guerra Fría y posteriores

Tras la Segunda Guerra Mundial, el desarrollo del carro de combate continuó con la mejoras de las clases medianas y pesadas. Los tanques ligeros se limitaban a labores de reconocimiento y, en Estados Unidos, como apoyo a fuerzas aerotransportadas. Sin embargo, las limitaciones de peso de los transportes aéreos hacían imposible construir un tanque ligero práctico, y esta clase fue desapareciendo con el paso del tiempo.

La combinación de mejores suspensiones y motores permitió a los tanques medios de finales de la guerra superar a los primeros tanques pesados. Con añadir algo más de blindaje y motores algo más grandes para compensar, los carros medios quedaron protegidos contra la mayoría de las armas antitanque, mientras que su movilidad se mantenía.

El Centurion británico, considerado el primer tanque de combate principal.

Algunos consideran al Panther como el punto de inflexión, y como base para los diseños posteriores. Sin embargo, el Panther no estaba demasiado blindado y no podía luchar contra los tanques pesados en igualdad de condiciones. Se considera generalmente al tanque británico Centurion como el primer tanque de esta nueva generación, pues podía recibir el impacto del famoso cañón 88 mm alemán; estaba armado con el cañón Royal Ordnance L7 de 105 mm, superior a cualquier otro en el campo de batalla; y podía alcanzar los 56 km/h gracias a su motor Meteor de 650 cv.

El Centurion reemplazó a todos los tanques medios británicos e impulsó a la desaparición del tanque de clase pesado, convirtiéndose en lo que los británicos llamarían Universal Tank (tanque universal), que pronto sería conocido como tanque de combate principal (o Main Battle Tank, MBT).

En respuesta a la amenaza de los misiles guiados antitanque, se trasladó el foco de desarrollo del grosor del blindaje a la tecnología del blindaje. La tecnología del cañón se mantuvo similar a las décadas anteriores, con la mayoría de los carros de combate utilizando un sistema de carga manual, pero con grandes avances en la efectividad de la munición.

Aunque los papeles y rasgos básicos de los tanques fueron casi todos desarrollados en el final de la Primera Guerra Mundial, las prestaciones de las contrapartidas en el siglo XXI se habían incrementado en un orden de magnitud. Se habían refinado en respuesta a las amenazas que siempre cambiantes y los requisitos, especialmente contra otros tanques. Las avanzadas capacidades de los tanques se equilibraron con el desarrollo de otros carros de combate y el continuo desarrollo de armas antitanque.

Diseño

Los tres factores determinantes tradicionales que determinan la efectividad del carro de combate son la potencia de fuego, la movilidad y la protección. El efecto psicológico sobre los soldados enemigos por la presencia del tanque en el campo de batalla es denominado acción de choque.

La potencia de fuego es la capacidad de un tanque de derrotar a un blanco. Para esto hay que tener en cuenta la distancia máxima en la que el blanco puede ser atacado, la capacidad de atacar a blancos móviles, la velocidad con la que puede atacar múltiples objetivos y la capacidad de derrotar vehículos blindados o infantería atrincherada.

La movilidad incluye la velocidad y agilidad a campo través, los tipos de terreno que puede cubrir, las dimensiones de los obstáculos, trincheras y aguas que puede cruzar, la capacidad de cruzar puentes pequeños, y la distancia que puede recorrer antes de necesitar ser reaprovisionado de combustible. La movilidad estratégica incluye además la capacidad de viajar a altas velocidades en carreteras y la posibilidad de ser transportado en trenes o camiones.

El tanque moderno sueco Stridsvagn 103 no tiene el diseño típico con torreta.

La protección es la cantidad de blindaje, el tipo o tipos, cómo han sido colocadas y en qué áreas tiene más blindaje (torreta y frente) y en cuáles es más vulnerables (parte posterior). También incluye la silueta baja, el bajo ruido y rastro térmico, las contramedidas activas y otros medios de evitar fuego enemigo y la capacidad de continuar luchando después de recibir daños.

El diseño del carro de combate mantiene tradicionalmente un compromiso entre estos tres factores, considerándose que es imposible maximizar los tres: el incremento de blindaje aumentará el peso y por lo tanto disminuirá la maniobrabilidad; incrementar la potencia de fuego utilizando un cañón de mayor tamaño reducirá tanto la movilidad y la protección, debido a la reducción de blindaje de la parte frontal de la torreta.

Para alcanzar un compromiso entre los factores hay que considerar diferentes aspectos, incluyendo las estrategias militares, presupuesto, geografía, voluntad política, y la posibilidad de vender el tanque a otros países.

Los países con gran tradición de fabricación han tenido sus propias influencias:

  • El Reino Unido ha optado históricamente por mejor potencia de fuego y protección a expensa de algo de movilidad. Gran Bretaña mantiene un pequeño ejército profesional, bien entrenado, por lo que la supervivencia de la tripulación es importante.
  • EE.UU tiene un ejército numeroso con armamento sofisticado y un entramado complejo de servicios de apoyo móviles. Mientras que se espera que sus tanques estén alejados de unidades de apoyo y reparación, se pone menos énfasis en la capacidad de la tripulación de mantener el tanque por ellos mismos o continuar luchando una vez que se ha recibido daño.
  • La Unión Soviética tradicionalmente tuvo tanques sencillos de producir y mantener, como el T-34. El desarrollo de los diseños, controlado por el estado, se realizaba en cambios incrementales. El mantenimiento extensivo se hacía en depósitos especializados.
  • Israel es una pequeña pero relativamente rica nación, con limitado personal, en un ambiente político hostil. Su preocupación principal es por lo tanto la supervivencia de la tripulación. Con este fin ha sido la única nación en construir un tanque de combate principal con el motor situado en la parte delantera, para incrementar la protección.

Armamento

El arma principal de cualquier tanque moderno es un único cañón de grandes dimensiones. Los cañones de tanque tienen los mayores calibres destinados para uso terrestre, pues sólo algunas piezas de artillería son mayores. Aunque el calibre no ha cambiado sustancialmente desde el final de la Segunda Guerra Mundial, los cañones modernos son tecnológicamente superiores. El calibre común en los tanques occidentales es de 120 mm y de 125 mm en los orientales (por herencia de soviéticos y chinos).

Los cañones de tanque pueden disparar munición de una amplia variedad de tipos, aunque generalmente utilizan los de penetración cinética (KE) y de alto explosivo (HE). Algunos carros de combate pueden lanzar misiles. Los cañones de ánima lisa (en lugar de los rayados) son el tipo dominante en la actualidad. El Ejército Británico y el Ejército Indio son los únicos que utilizan cañones de ánima rayada en sus tanques de combate principal.

El cañón de este Merkava II está cubierto con una camisa o manguito térmico.

Los cañones modernos llevan generalmente una camisa térmica que reduce el efecto de la temperatura desigual en el cañón: si está lloviendo sobre el cañón de un tanque, la parte superior estará más fría que la inferior, o una brisa lateral podría enfriar una parte. Este enfriamiento desigual causaría que el cañón se curvase casi imperceptiblemente, lo que sin embargo afectaría a la puntería a largas distancias.

Generalmente, los carros de combate llevan además otro armamento para la defensa a corto alcance contra infantería o contra objetivos donde utilizar el arma principal es ineficaz o un derroche. El tanque suele estar provisto de una ametralladora de calibre pequeño (7,62 a 12,7 mm) montada en paralelo con el cañón. Sin embargo, un par de carros de combate franceses como el AMX-30 y el AMX-40 llevan un cañón de 20 mm con una alta cadencia y puede destruir un vehículo de blindaje ligero. Adicionalmente, muchos tanques llevan otra ametralladora en la parte superior de la torreta que les aporta una limitada defensa aérea.

Algunos tanques han sido adaptados para tareas especializadas y utilizan un armamento principal inusual, como por ejemplo lanzallamas. En la actualidad, estas armas especializadas se montan generalmente en los chasis de transportes blindado de personal.

Control de disparo

Históricamente, se apuntaban las armas del tanque con sencillas miras ópticas y se colocaban a mano, con una estimación del viento o utilizando una retícula, que servía para estimar la distancia al blanco. En consecuencia, la puntería era deficiente a largas distancias y en movimiento, y realizar disparos certeros era prácticamente imposible. Con el paso del tiempo, las miras ópticas han sido sustituidas primero por telémetros estereoscópicos, y finalmente por telémetros láser.

Un tanque M48 Patton realizando un disparo en la noche.

La mayoría de los tanques actuales en los ejércitos de países industrializados utilizan telémetros láser, pero los telémetros ópticos y las retículas se siguen utilizando en vehículos antiguos o menos sofisticados. Los carros modernos tienen una amplia variedad de sistemas para hacerlos más precisos. Los giróscopos se utilizan para estabilizar el arma principal; las computadoras para calcular la elevación apropiada y el punto de apuntamiento, tomando los datos de sensores de la velocidad del viento, temperatura del aire, humedad, temperatura del cañón, velocidad del objetivo y el movimiento del tanque.

También se incorporan comúnmente equipos de infrarrojos, amplificación de luz o visión nocturna. Los telémetros láser se utilizan también para iluminar objetivos para munición dirigida. Consecuentemente, los tanques modernos pueden disparar con una exactitud razonable mientras están en movimiento.

Munición

Hay varios tipos de munición diseñada para destruir blindados, como el alto explosivo plástico (HEP), el alto explosivo antitanque (HEAT) y por penetración cinética (KEP o APDS). Para mejorar la puntería, las balas salen girando a través de un cañón de ánima rayada, o se utiliza munición estabilizada por aletas (APFSDS, HEAT-FS, etc.).

Algunos carros de combate, incluyendo el M551 Sheridan, T-72, T-64, T-80, T-90, T-84 y PT-91 pueden disparar misiles guiados antitanque (ATGM) a través de su cañón o utilizando lanzadores externos. Esta funcionalidad puede prolongar el alcance de combate efectivo del tanque más allá del conseguido con la munición convencional, dependiendo de las capacidades del sistema ATGM. También le proporciona al tanque un arma útil contra blancos lentos aéreos de baja altitud, como helicópteros.

Estados Unidos abandonó este concepto en favor de utilizar helicópteros y aviones para ataques antitanque a largas distancias, pero algunos países de la Comunidad de Estados Independientes continúan empleando el sistema de cañón-misil en sus tanques.

Protección

El tanque de combate principal es uno de los vehículos más blindados de los ejércitos modernos. Su blindaje está diseñado para proteger el vehículo y su tripulación contra una amplia variedad de amenazas. Comúnmente, la protección contra los impactos con penetración cinética disparados por otros tanques es considerada la más importante. Los carros de combate también son vulnerables a los misiles antitanque, las minas antitanque, las bombas de gran tamaño, e impactos directos de artillería, que pueden inutilizarlos o destruirlos.

Los tanques son especialmente vulnerables a amenazas aéreas. La mayoría de los tanques de combate principal ofrecen una protección casi completa de la metralla de artillería y armas antitanque pequeñas como las granadas autopropulsadas. La cantidad de blindaje necesaria para proteger contra todo tipo de amenaza concebible desde todos los ángulos sería demasiado pesada e impracticable, por lo que el diseño de los tanques debe buscar un equilibrio correcto entre la protección y el peso

Blindaje

La mayoría de los vehículos de combate blindados son fabricados con planchas de acero endurecido, o en algunos casos aluminio. La efectividad relativa del blindaje es expresada por la comparación del blindaje laminado homogéneo (RHA).

El carro de combate Leclerc utiliza el blindaje Chobham.

Es habitual en los blindados que estén mejor protegidos en la parte frontal, y que su tripulación intente mantenerlos apuntando hacia la dirección más probable del enemigo. El blindaje más grueso y más inclinado se encuentra en la placa frontal del chasis y de la torreta. Los lados tienen menos blindaje y el techo, la panza y la parte trasera las menos protegidas. En la Segunda Guerra Mundial, las tripulaciones de los M4 Sherman se encontraron con los Tiger alemanes que eran prácticamente invulnerables en la zona frontal, y tenían que realizar ataques por los flancos.

En la actualidad, los tanques son vulnerables a los ataques especializados con misiles y el ataque aéreo. Durante la Segunda Guerra Mundial, los cohetes de la aviación ganaron una reputación de temibles, especialmente en Francia tras la Batalla de Normandía; los análisis tras la guerra revelaron que muchas bajas eran disparos errados. Los cañones de los aviones disparaban munición perforante como el de 40 mm de los Hurricane o el de 37 mm de los Stuka también podían ser efectivos. Incluso un cóctel Molotov en la zona del motor, podía inutilizar o destruir la mayoría de los carros de combate.

Antes de la Segunda Guerra Mundial, varios diseñadores de tanques intentaron inclinar el blindaje en carros de combate experimentales. El éxito más famoso y acertado de esta idea fue el T-34 soviético. Poner en ángulo las planchas de blindaje aumentaba su eficacia contra proyectiles, ya que aumentaba su ancho efectivo perpendicular, e incrementaba la posibilidad de desvío.

La infantería ligera también puede inmovilizar un carro de combate dañando su suspensión o las orugas con armas antitanque. Para estos ataques los tanques suelen llevar faldas blindadas en los laterales protegiendo la suspensión.

Las armas de alto explosivo antitanque (HEAT), como el bazooka, fueron una nueva amenaza en la Segunda Guerra Mundial. Estas armas llevaban una cabeza de ataque con una carga direccional, que enfoca la fuerza en la explosión en una fina corriente penetrante. Se descubrió que finas planchas de blindaje espaciadas, o faldas de caucho hacían que el proyectil HEAT detonase a más distancia del blindaje principal, reduciendo importantemente su capacidad de penetración.

Algunos proyectiles antitanque (HESH o HEP) utilizan material explosivo flexible, que se aplasta con el blindaje del vehículo, y causa una peligrosa escamación del material interno cuando la carga estalla. Esto puede matar a la tripulación sin necesidad de penetrar el blindaje, aunque neutralizando el tanque. Como defensa, algunos vehículos llevan una capa de material antiescamante en su interior.

Desde los años 1970, algunos carros de combate han sido protegidos con blindaje compuesto, una especie de sándwich de aleaciones y cerámicas. Uno de los mejores tipos de blindaje pasivo es el Chobham desarrollada por británicos, que se compone de bloques de cerámica conteniendo una matriz de resina entre capas de blindaje convencional.

Lanzagranadas, humo y defensas pasivas

La mayoría de los vehículos blindados llevan lanzagranadas de humo que pueden desplegar rápidamente una pantalla de humo para ocultar una retirada de una emboscada o un ataque. La pantalla de humo se utiliza muy raramente de forma ofensiva, ya que atacar a través de ella bloquea la visión del atacante y le da al enemigo una indicación temprana del ataque inminente. Las granadas de humo modernas funcionan tanto con luz infrarroja como visible.

Algunas granadas de humo están diseñadas para crear nubes muy densas capaces de bloquear los rayos láser de los designadores de objetivos o telémetros enemigos, además de reducir la visión, disminuir la posibilidad de realizar un disparo efectivo, en especial con armas lentas como los misiles antitanque que requiere que el operador mantenga apuntando al tanque durante un tiempo relativamente largo.

Muchos carros de combate, como el francés Leclerc, utilizan los lanzagranadas para granadas de gas lacrimógeno y granadas de fragmentación antipersonal. Muchos tanques israelíes llevan un pequeño Mortero que puede ser utilizado desde dentro del tanque.

Antes de la introducción de las imágenes termales, la granada de humo más común era la de fósforo blanco que creaba una pantalla de humo muy rápidamente y además era útil como arma incendiaria contra infantería en la zona de la explosión.

Desde la introducción de la termografía, la mayoría de los carros de combate llevan una granada de humo que contiene un compuesto de plástico o goma que arde en pequeños fragmentos proporcionando una ocultación mejor contra los dispositivos termales.

Algunos tanques tienen generadores de humo que pueden crear humo continuamente, en vez de las granadas, instantáneas pero de corta duración. Generalmente se utilizan los generadores de humo inyectando combustible al extractor, que quema parcialmente el combustible, pero que deja suficientes partículas sin quemar o parcialmente quemadas para crear una densa pantalla de humo.

Los carros de combate modernos se han provistos con otros sistemas de defensa pasivos como dispositivos de alerta de láser, que activan una alarma cuando el tanque es marcado o señalado por un designador o telémetro láser. Otras defensas pasivas incluyen aparatos de alerta de radio, que proporciona un aviso si se apunta al carro de combate con un sistema de radar que suelen ser utilizados en armas antitanque guiadas.

Contramedidas

Archivo:Challenger 2 MBT Iraq War 2003.jpg
Challenger 2 con blindaje reactivo en forma de cubos en la parte frontal y los laterales.

Las contramedidas pasivas, como el sistema ruso Shtora, intenta interferir en los sistemas de guía de los misiles guiados hostiles.

El blindaje reactivo o ERA (Explosive Reactive Armor), es otro tipo importante de protección contra armas de alto explosivo antitanque, en la que secciones del blindaje estallan para disipar la fuerza enfocada de la cabeza de carga dirigida. El blindaje reactivo es añadido en la parte externa del tanque, en forma de ladrillos.

Los sistemas de protección activos (APS) van un paso más allá del blindaje reactivo. Un APS utiliza el radar u otra tecnología de detección para reaccionar automáticamente al fuego hostil. Cuando el sistema detecta fuego hostil hacia el tanque, calcula una resolución de fuego y dirige un proyectil explosivo para interceptar o interrumpir el ataque a unos cuantos metros del blanco.

Tripulación expuesta

Un tanque está generalmente en su estado más seguro, cuando el comandante está en su posición personal insegura, de pie en la torreta, sacando el cuerpo por la escotilla, con la única protección de su casco y chaleco antibalas. En esta posición alta el comandante puede ver alrededor del vehículo sin restricciones, y tiene las mayores ocasiones de ver operaciones antitanque enemigas u obstáculos naturales y artificiales que podría inmovilizar o desacelerar al tanque.

Los periscopios y otros sistemas de visión del carro de combate da un campo de visión reducido a pesar de los constantes avances en óptica y electrónica. De este modo, cuando un carro de combate avanza por territorio hostil con las escotillas cerradas, el comandante y su tripulación se encuentran personalmente más seguros, pero en carro de combate en su totalidad está expuesto al peligro debido a la reducción extrema de la visibilidad.

Movilidad

Leopard I a través de terrenos nevados en Noruega.

Hay esencialmente tres aspectos principales de la movilidad a considerar, la movilidad básica del carro de combate como su velocidad a través de terrenos, la capacidad de sobrepasar obstáculos y su movilidad total en el campo de batalla como su autonomía, los puentes que puede cruzar o que vehículos de transporte puede llevarlo. Recibe también el nombre de agilidad por parte de la tripulación y diseñadores de los blindados.

La movilidad de un carro de combate puede dividirse en tres categorías:

  • Movilidad en el campo de batalla, que es una función del rendimiento de su motor y sistema de marchas y determina aspectos como la aceleración, velocidad, las dimensiones de obstáculos verticales, etc.
  • Movilidad táctica, es la capacidad del carro de combate de ser transportado con facilidad dentro del mismo teatro de operaciones.
  • Movilidad estratégica, es la posibilidad de transportar fácilmente al tanque de un teatro de operaciones a otro, dependiendo de su masa, la posibilidad de ser aerotransportado, etc.

Un tanque de combate principal está diseñado para ser muy maniobrable y abordar la mayoría de tipos de terrenos. Sus orugas anchas dispersa el peso del vehículo en una área grande, dando por resultado una presión de tierra específica que puede llegar a ser menor que la presión de un pie de un hombre. Los tipos de terrenos que plantean un problema son generalmente terrenos muy blandos como pantanos, o terreno rocoso con grandes cantos rodados dispersos. En un terreno normal, un tanque puede alcanzar una velocidad de 30 a 50 km/h. La velocidad en carretera puede llegar a los 90 km/h.

La logística de poder llegar desde un punto A hasta un punto B no siempre es sencilla. En teoría, o durante una prueba de conducción de algunas horas, un carro de combate ofrece mejor rendimiento en terrenos distintos de la carretera que cualquier otro vehículo de combate a ruedas. En carretera, el tanque más rápido no es mucho más lento que el diseño medio de un vehículo de combate a ruedas.

Sin embargo, en la práctica, el mayor peso del carro de combate combinado con la relativa debilidad de las partes de la cadena de oruga hace que la velocidad máxima en carretera sea realmente momentánea antes de producir algún fallo mecánico. Aunque la velocidad máxima fuera de carretera es menor, no se puede mantener continuamente, debido a la variedad e imprevisión del terreno, excepto en casos como llanuras y desiertos arenosos.

Ya que un tanque inmovilizado es un blanco fácil para morteros, artillería y unidades especializadas anticarro de las fuerzas enemigas, se mantiene una velocidad mínima, y cuando es posible se traslada los tanques en trenes o transportes en vez que autoimpulsados. Invariablemente, los carros de combate son trasladados en vagones en cualquier país con una infraestructura ferroviaria, ya que ningún ejército tiene suficientes transportes para llevar todos sus tanques. El planeamiento de las cargas y descargas es un trabajo crucial, y los puentes y depósitos ferroviarios son objetivos primarios para las fuerzas enemigas para retrasar el avance.

El traslado en países o regiones sin infraestructura ferroviaria o con pocas carreteras en buen estado, o carreteras con minas o emboscadas frecuentes, la velocidad media de una unidad de carros de combate es comparable a la de un hombre a caballo o en bicicleta. Las paradas frecuentes se deben planear para realizar mantenimiento preventivo y verificaciones para evitar interrupciones durante el combate. Además se realiza detenciones tácticas para que la infantería o las unidades aéreas puedan explorar en busca de presencia de grupos enemigos antitanque.

Otra cuestión sobre la movilidad es la de conseguir llevar el carro de combate al teatro de operaciones. Los carros de combate, especialmente los tanques de combate principal, son extremadamente pesados, lo que dificulta que puedan ser transportados por aire. Utilizando medios de transporte por tierra y mar lentos hace que los tanques sean un problema para ser utilizados en fuerzas de reacción rápida.

Algunos vehículos blindados utilizan ruedas en lugar de cadenas para aumentar la velocidad y reducir las necesidades de mantenimiento. Estos vehículos carecen de la superioridad móvil de los vehículos a tracción de orugas en terrenos difíciles, pero son más apropiados para fuerzas de reacción rápida ya que incrementa la velocidad estratégica.

Operaciones acuáticas

Archivo:Amx30 064 valmy.jpg
El tanque francés AMX-30 realizando un vadeo.

Para la mayoría de los carros de combate, las operaciones acuáticas se reducen al vadeo. La profundidad del vadeo está limitada generalmente a la altura de la toma de aire del motor, y en un grado inferior, a la posición del conductor. La profundidad de vadeo típica para tanques de combate principal es de 900 y 1200 milímetros.

Vadeos profundos

Con preparación algunos tanques pueden vadear aguas considerablemente más profundas. Los tanques Leopard I y Leopard II pueden vadear una profundidad de varios metros, cuando son equipados apropiadamente con equipo de respiración o esnorquel. Este tubo, formado por anillos, se conecta a la escotilla del comandante y proporciona aire y la posibilidad de una ruta de salida de escape. La altura de este tubo puede alcanzar los tres metros.

Algunos tanques rusos también pueden realizar este tipo de operaciones. A diferencia del Leopard, el esnorquel ruso sólo tiene un diámetro de algunos centímetros por lo que no puede funcionar como vía de escape. La longitud del esnorquel ruso suele ser de unos dos metros.

Este tipo de vadeos requiere una preparación cuidadosa del tanque cerrando las entradas y salidas del vehículo. La tripulación suele tener una reacción negativa hacia los vadeos profundos. Sin embargo, si está planeado y ejecutado correctamente, este tipo de acciones añade una considerable oportunidad para la sorpresa y la flexibilidad en operaciones de travesías por aguas.

Un Sherman DD con sus cubiertas de goma.

Tanques anfibios

Algunos tanques ligeros como el PT-76 son anfibios, impulsados en el agua generalmente por sus cadenas o hidrojets.

En la Segunda Guerra Mundial, el tanque M4 Sherman fue convertido a anfibio añadiéndole una cubierta de goma para proporcionar cierta flotabilidad. Fue denominado Sherman DD y utilizando durante el Día D para proporcionar apoyo de fuego en las playas de los desembarcos iniciales. Los Sherman DD no podían disparar cuando estaban flotando, pues la cubierta de goma estaba por encima del cañón. Una cantidad de estos tanques se hundieron debido al mal tiempo, aunque aquellos que llegaron a la playa sirvieron de apoyo durante las primeras horas críticas.

Plantas motrices

La planta motriz del carro de combate proporciona la energía para el movimiento del vehículo y de otros sistemas, como la rotación de la torreta o energía eléctrica para un radio. Los tanques de la Primera Guerra Mundial utilizaban generalmente motores de gasolina, aunque algunos modelos utilizaban un sistema mixto de motor eléctrico y de gasolina.

Durante la Segunda Guerra Mundial había diferentes tipos de motores, muchos eran adaptaciones de motores de aviones. En la Guerra Fría, los tanques cambiaron a un motor diésel, y a comienzos de los años 1970 empezaron la llegada de las turbinas de gas.

El peso y tipo de la planta motriz, influenciados por su transmisión y tren de potencia, determina esencialmente como de rápido y maniobrable será el carro de combate, pero el terreno limita efectivamente la velocidad máxima de los tanques debido al desgaste y tensión de la suspensión y la tripulación.

Motores diésel

Los tanques modernos, que no utilizan turbinas, usan un motor diésel ya que el combustible diésel es menos inflamable y económico que la gasolina. Algunos tanques soviéticos usaban el humo negro de la combustión diésel para crear una pantalla. Los depósitos de combustible se suelen localizar en la parte posterior del tanque.

En ocasiones, el combustible se guarda en depósitos externos, o en algunos casos en un pequeño trailer unido en la parte posterior, que puede ser separado durante el combate. Los motores modernos suelen ser policarburantes y funcionar con diésel, gasolina y otros combustibles similares.

Turbinas de gas

Instalando el motor de un M1 Abrams.

Los motores de turbina de gas han sido utilizados como unidad motriz auxiliar en algunos tanques, y como la planta motriz principal del T-80 y el M1 Abrams. Estos motores son comparativamente más ligeros y pequeños que los motores diésel, a la misma capacidad de potencia.

Sin embargo, estos motores son menos eficientes con el combustible, especialmente a bajas revoluciones, y requieren depósitos de combustible mayores para alcanzar la misma autonomía. Los modelos nuevos del M1 Abrams tienen una pequeña turbina de gas como unidad motriz auxiliar para los sistemas del tanque cuando éste se encuentra inmóvil, ahorrando combustible.

Debido a su baja eficiencia, la marca termal de una turbina de gas es mayor que la de un motor diésel. Sin embargo, el ruido producido por una turbina de gas amortiguada es mucho menor que el motor de pistones.

La turbina es teóricamente más fiable y más fácil de mantener que un motor de pistones, ya que tiene una construcción más sencilla con pocas piezas móviles. En la práctica, sin embargo, estas piezas experimentan un desgaste mayor debido a que sus velocidades de trabajo son muy altas.

Además, la turbina es muy sensible al polvo y la arena fina, por lo que en operaciones en desiertos deben utilizar filtros especiales y cambiarlos varias veces al día. Si el filtro falla al ser colocado mal, o una bala o metralla se introduce puede dejar al motor dañado. Aunque los motores de pistones también necesiten filtros, estos son más resistentes cuando el filtro falla.

Trazas sónicas, sísmicas y térmicas

Los carros de combate inmóviles pueden ser bien camuflados en zonas de arboladas o bosques donde hay una cobertura natural, haciendo más difícil la detección y ataque desde el aire. Por el contrario, en zonas abiertas es muy difícil ocultar un tanque. En ambos casos, cuando el tanque pone en funcionamiento su motor o empieza a moverse puede ser descubierto con mayor facilidad debido al ruido y calor que genera su motor. Las pistas de las orugas que deja el carro de combate en el terreno pueden ser observadas desde el cielo, y el movimiento en desiertos crea nubes de polvo fáciles de localizar.

Un tanque detenido que acaba de apagar su motor tiene una marca de calor considerable. Incluso si el tanque está oculto detrás de una colina, es posible que sea detectado por un operador experto que descubra la columna de aire caliente encima del tanque. Este riesgo puede ser reducido utilizando materiales térmicos que reduce la radiación de calor. Algunas redes de camuflaje son fabricadas con materiales que distribuye el calor de forma irregular, lo que reduce la regularidad de la traza térmica del tanque.

El motor de diésel o la turbina de gas que impulsa al carro de combate tiene una potencia comparable a la de una locomotora diésel. El ruido generado por un único tanque se puede oír a grandes distancias. Cuando un tanque pone en funcionamiento su motor estando detenido la tierra de su alrededor comienza a temblar. En movimiento, estas vibraciones aumentan. Las trazas acústicas y sísmicas entre los motores diésel son similares; en las turbinas de gas, la marca acústica es mayor debido a su sonido de alta frecuencia generado que le hace más distinguible de los otros ruidos.

La potencia de salida de los motores de los tanques modernos, generalmente más de 750 kW o 1.000 CV asegura que produzcan una traza térmica distintiva. La masa compacta de metal del casco del tanque disipa el calor dejando una marca precisa. Un tanque en movimiento es un objetivo fácil de detectar con escáneres infrarrojos.

Hacer que un tanque se ponga en movimiento demostró ser importante durante la Guerra de Kosovo en 1999. Durante las primeras semanas del conflicto, las salidas aéreas de la OTAN eran ineficaces para destruir tanques serbios. Esto cambió cuando el Ejército de Liberación de Kosovo se enfrentó a los tanques. Aunque el ELK tenía pocas posibilidades de destruir estos tanques, su propósito era hacer que los blindados se pusieran en movimiento para que fuesen más fáciles de identificar y destruir por las fuerzas aéreas de la OTAN.

Mando, control y comunicaciones

Controles en el interior del tanque Leclerc.

El mando y coordinación de una organización de blindados en el campo de batalla ha estado siempre expuesto a problemas particulares. Debido al aislamiento de las unidades pequeñas, vehículos individuales, e incluso la tripulación del tanque se han tomado acuerdos especiales. Los cascos blindados, el ruido del motor, el terreno, el polvo y el humo, y la necesidad de operar con la escotilla cerrada son los principales problemas de las comunicaciones.

El comandante debe ordenar cada acción de la tripulación, movimiento y fuego. En los primeros tanques, la tarea del comandante estaba obstaculizada por la necesidad de tener que cargar o disparar el cañón principal. En muchos vehículos blindados de combate, incluso actuales, el comandante trasmite las órdenes de movimiento al conductor dándole con el pie en los hombros y la espalda. Los vehículos modernos suelen llevar un intercomunicador, permitiendo que todos los tripulantes puedan hablar entre sí, y utilizar el equipo de radio. Algunos tanques tienen un intercomunicador externo en la parte posterior, para que la infantería pueda hablar con la tripulación.

En las primeras operaciones con tanques, las comunicaciones entre los miembros de una compañía de blindados se realizaban utilizando señales manuales o banderolas, y en algunas situaciones, los tripulantes debían dejar su tanque y acercarse al otro. En la Primera Guerra Mundial, los informes de situación eran enviados a los centros de mando lanzando palomas mensajeras. Las señales con bengalas, humo, movimiento y el disparo de las armas eran utilizados por las tripulaciones veteranas para coordinar sus tácticas.

Entre 1930 y 1950, la mayoría de las naciones equiparon a sus fuerzas blindadas con radios, pero las señales visuales se seguían utilizando. Un tanque moderno es equipado generalmente con un equipo de radio que le permite comunicarse con una red de radios de una compañía o batallón, y posiblemente con una red de mayor escala, para coordinarse con los otros ejércitos. Los tanques de los comandantes de la compañía o batallón suele llevar una radio adicional.

La mayoría de las fuerzas blindadas funcionan con el comandante de la tripulación, y posiblemente otros miembros, con la escotilla abierta, durante el mejor estado de alerta. Cuando hay fuego enemigo, o condiciones de ABQ potenciales, la tripulación cierra las escotillas y sólo pueden ver el campo de batalla a través de ranuras de visión y periscopios, reduciendo seriamente su capacidad de encontrar blancos y percibir peligros.

Desde los años 1960, el comandante de un tanque ha tenido equipo cada vez más sofisticado para la adquisición de blanco. En un tanque de combate principal, en comandante tiene visores panorámicos, con equipo de visión nocturna, que le permite asignar uno o más blancos, mientras que el artillero se enfrenta a otro. Los sistemas más avanzados permiten al comandante tomar el control de la torreta y dispara el cañón principal en caso de emergencia.

Los desarrollos recientes en equipamiento han mejorado el control de fuego, con el telémetro láser, los datos por GPS y las comunicaciones digitales.

Vulnerabilidad

Mientras que el carro de combate es un arma poderosa en el campo de batalla, no es invulnerable. De hecho, esta superioridad del tanque ha sido la razón para centrarse en la mejora de armas antitanque. Con la llegada de los helicópteros anticarro y su posibilidad de impactar en las zonas altas menos protegidas de los blindados, se ha dicho que el tanque estaba obsoleto. Esto parece una afirmación prematura pues no ha habido combates entre tanques y helicópteros con fuerzas similares.

Infantería

Archivo:Canadian troops with PIAT.jpg
Soldados canadienses con el PIAT, una de las primeras armas personales antitanque.

El tanque es aún vulnerable a la infantería, especialmente en terreno cerrado y áreas urbanas. El blindaje y la movilidad de los tanques son ventajas notables, pero también los hacen pesados y ruidosos. Esto puede darle la iniciativa a la infantería enemiga, permitiéndoles detectarlos, rastrear y evitar los tanques hasta que puedan realizar un contraataque. Las tácticas con blindados han insistido en utilizar apoyo de infantería desde las derrotas de los tanques pesados en la Segunda Guerra Mundial.

Para las tropas veteranas, es relativamente fácil que un soldado se acerque al tanque, especialmente cuando estos tienen las escotillas cerradas, debido a la limitada visión de la tripulación del carro. Si la escotilla está abierta y un miembro de la tripulación asoma su cabeza y parte del cuerpo puede recibir un disparo.

Una vez que un soldado está cerca del tanque, no puede ser apuntando por el cañón principal o la ametralladora coaxial. Cuando los tanques están en grupos éste es un problema menor, ya que pueden comunicarse con los tanques vecinos para defenderles utilizando sus ametralladoras y armas ligeras contra el soldado sin dañar el tanque.

Mientras que la mayoría de las armas de infantería antitanque como cohetes, misiles y granadas, éstas pueden penetrar en las zonas menos blindadas y realizar daños en la transmisión para inmovilizar al tanque. Los tanques también son vulnerables a las minas antitanque colocadas a mano.

Además, en áreas urbanizadas, el carro de combate es muy vulnerable a ser atacado desde zonas altas y, a veces, zonas bajas, recibiendo impactos en las partes menos protegidas.

Artillería

Los proyectiles convencionales de la artillería no son efectivos contra tanques, pues el blindaje puede soportar estos impactos excepto el impacto directo de un proyectil suficientemente poderoso. Incluso si el proyectil no penetra el blindaje, puede aún inhabilitar al tanque debido al golpe.

Sin embargo, en los últimos treinta años, se ha desarrollado una amplia variedad de proyectiles antitanques, como los guiados por láser (CLGP) que garantizan virtualmente un impacto en la zona alta del blindaje.

Existen formas para intentar neutralizar o destruir un tanque como lanzando una gran cantidad de granadas del tipo HEAT o HEDP con la posibilidad de alcanzar al carro de combate, que recibirá daño ya que impactarán en la parte superior del chasis. Otra forma es dispersar una cantidad de pequeñas minas antitanque, que probablemente no penetrará el blindaje, pero puede dañar las orugas y dejar el tanque inmóvil.

Estos tipos de munición suelen ser disparados por artillería de calibres medianos, de 152 o 155 mm. También se han desarrollado morteros de calibres grandes (81 mm y mayores) con munición guiada interna y externamente.

Helicópteros

El helicóptero AH-64 Apache tiene capacidad anticarro.

La mayor amenaza para el tanque actualmente es el helicóptero anticarro con armas guiadas antitanque (ATGW) o un cañón antitanque.

El helicóptero puede colocarse en una posición donde no sea fácil de ver desde un tanque, y después atacar desde cualquier punto. La limitada visión hacía abajo del tanque impide avistar con facilidad un helicóptero.

La mayoría de las armas ATGW tienen suficiente alcance para que puedan ser disparadas sin que el tanque pueda contraatacar con sus armas. Esto, sin embargo, puede cambiar ya que algunos países están desarrollando armas anti-helicóptero que pueden ser disparadas desde el cañón principal, y algunos sistemas de artillería del tanque puede impactar a un helicóptero que vuele lo suficientemente bajo o a una velocidad lenta.

Un cañón antitanque también puede ser efectivo, ya que al disparar desde una posición alta, realizará impactos en las partes superiores menos blindadas.

Minas

Los carros de combate siguen siendo vulnerables a las minas. Las minas tienen la ventaja de atacar la zona menos blindada del tanque y que se pueden ocultar bien. Las minas también están disponibles para oponentes con menos equipamiento.

Aviones

Muchos aviones, como el A-10 Thunderbolt II y el Sukhoi Su-25, han sido específicamente construidos para el apoyo aéreo cercano, que incluye la destrucción de tanques. Los aviones pueden utilizar armas similares a los helicópteros, además de bombas no dirigidas y guiadas por láser.

Representación artística del FCSMCS.

Investigación y desarrollo

Existe mucha especulación sobre como los carros de combate evolucionaran en los conflictos actuales. Las investigaciones apuntan a hacer el tanque invisible al radar adaptando las tecnologías furtivas creadas originalmente para la aviación. También se investiga nuevos sistemas de propulsión y blindajes.

Si los diseños de tanques cambian a motores eléctricos como los utilizados en equipos pesados de construcción, en lugar de la transmisión directa, o utilizan armas del tipo railgun, como se está estudiando en barcos, seguirá habiendo la necesidad de un mejor planta motriz. La turbina de gas y el motor diésel sirve para las necesidades actuales, pero es posible que otros tipos de motor experimentales sirvieran.

Bibliografía

Véase también

Enlaces externos